En el marco del Día Internacional de la Mujer es preciso que reflexionar acerca de un grupo que enfrenta una doble discriminación: las mujeres con discapacidad. Ellas no solo luchan contra las barreras actitudinales y del entorno que impone la sociedad, sino también contra los estereotipos de género que limitan su participación plena. Este 8 de marzo, reconocemos su resiliencia, su lucha y su contribución a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.

Doble discriminación: un desafío que persiste

Las mujeres con discapacidad enfrentan, por un lado, barreras físicas, sociales y actitudinales limitan su acceso a servicios básicos como educación, salud y empleo. Por otro lado, los estereotipos de género las relegan a roles secundarios, dificultando su participación en espacios políticos, económicos y sociales. Esta doble discriminación las coloca en una situación de vulnerabilidad.

Cifras que hablan: la realidad de las mujeres con discapacidad en el Perú

En el Perú, existen aproximadamente 1 820 304 mujeres con discapacidad, que representan el 57% de la población con discapacidad. De ellas, 218 379 están inscritas en el Registro Nacional de la Persona con Discapacidad y cuentan con su carné de CONADIS, documento que les permite acceder a beneficios y programas sociales a los cuales tienen derecho. Sin embargo, muchas aún enfrentan dificultades para ejercer sus derechos plenamente.

Un dato destacable es que el 34% de las mujeres con discapacidad son jefas de hogar, lo que demuestra su capacidad para liderar y sostener a sus familias en condiciones que, en muchos casos, son adversas. Este rol las convierte en pilares fundamentales de sus comunidades, a pesar de las barreras que enfrentan.

Participación política y económica: avances y desafíos

En el ámbito político, las mujeres con discapacidad están dando pasos importantes. En las Elecciones Regionales y Municipales de 2022, un total de 174 mujeres con discapacidad se postularon como candidatas, demostrando su interés y capacidad para participar en la toma de decisiones. Aunque aún queda mucho por hacer para garantizar su plena inclusión en estos espacios, este es un avance importante.

En el sector económico, las mujeres con discapacidad también están dejando huella. Según datos del CONADIS, el 60% de las mujeres con discapacidad trabajan en el sector de hotelería y restaurantes, mientras que el 58% lo hace en comercio. Estas cifras reflejan su capacidad para insertarse en el mercado laboral.

Educación: un camino hacia la inclusión

La educación es un pilar fundamental para la inclusión de las mujeres con discapacidad. Durante el 2023, un total de 2 349 niñas con discapacidad o en riesgo de adquirirla accedieron al Programa de Intervención Temprana (PRITE), que brinda atención no escolarizada para su inclusión en los servicios educativos. 

Además, 21 196 profesoras fueron capacitadas bajo un enfoque inclusivo o de atención a la diversidad en materia de discapacidad. Estas capacitaciones son esenciales para garantizar que las niñas y adolescentes con discapacidad reciban una educación de calidad, adaptada a sus necesidades.

Un llamado a la acción

Este 8 de marzo, reafirmemos nuestro compromiso de trabajar por políticas públicas que garanticen los derechos de las mujeres con discapacidad. Todas las instituciones y a la sociedad en general debemos sumarnos a este esfuerzo, eliminando las barreras que limitan su participación plena.